¡Hola! Soy Renato Colan, voluntario de la última temporada de voluntariado del año 2015 (camada IV, la mejor del año :D), y bueno, empecé mi travesÃa en la punta guanera de San Juan de Marcona junto a otros 3 voluntarios en septiembre del 2015. Grandes personas, profesionales y amigos, además del staff del programa, formamos un grupo humano muy peculiar (que se podrÃa considerar hasta como una familia) por 3 meses, en los cuales pude aprender mucho sobre convivencia, trabajo en equipo y sobre las especies que conforman el magnÃfico ecosistema marino costero de Punta San Juan.
Unas de estas especies en particular me llamo la atención — aunque no era propio de la corriente de Humboldt, como los otros, sin este individuo el ecosistema no estarÃa equilibrado. Me refiero al gallinazo de cabeza roja (Cathartes aura), el cual, como todos saben, es un carroñero que a través de los años se ganó la mala fama de ser un vector de enfermedades o ave de mala suerte, cuando en realidad se ignora que sin este limpiador natural la cadena alimenticia de muchos ecosistemas no podrÃa estar completa.
Cuando un animal muere se convierte en un contenedor propicio para el desarrollo de bacterias, hongos, parásitos y virus. Es en este momento cuando los gallinazos entran en acción. Guiados por su agudo olfato, son capaces de detectar carcasas en descomposición y llegar para consumirlas y asà acelerar el proceso de descomposición del cuerpo para que vuelva al suelo en forma de nutrientes. Es interesante saber que el primo de este gallinazo, el Coragyps atratus o gallinazo de cabeza negra, tiene un trabajo incluso más difÃcil al vivir en las ciudades, donde su alimento no solo se resume a carcasas de animales muertos, sino también a basura y desechos de origen humano.
Los gallinazos se valen de su excepcional sistema inmune y resistencia frente a diversos agentes que resultarÃan nocivos e incluso mortales para otras especies animales. Sin embargo, esto no significa que sean inmortales, y es aquà donde entra mi propuesta de investigación para poder conocer e identificar posibles parásitos gastrointestinales que el gallinazo pueda adquirir cuando se alimenta de un cocktail de agentes nocivos de diferentes especies o cuando se alimenta de las deyecciones de otras especies animales (al parecer les encantan las tenias que salen despedidas en las heces de lobos marinos finos y chuscos). Esto de por sà ya es un foco de infestación que tal vez el gallinazo es capaz de digerir sin problema aparente, o quizá no.
Con frascos de colecta y palitos a modo de espátula comencé a recolectar muestras fecales que procesaré en enero del 2016, y estoy ansioso por saber qué cosas encontraré.
Larga vida al gallinazo de cabeza roja y a sus primos — sin ellos, el mundo estarÃa lleno de muertos hediondos y putrefactos que demorarÃan meses y años en ser desintegrados, que funcionarÃan como dañinos focos de infección, infestación y diseminación de enfermedades en los ecosistemas.
Larga vida al gallinazo de cabeza roja y a sus primos — sin ellos, el mundo estarÃa lleno de muertos hediondos y putrefactos que demorarÃan meses y años en ser desintegrados, que funcionarÃan como dañinos focos de infección, infestación y diseminación de enfermedades en los ecosistemas.



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